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Aunque en SANTI comercializamos muchos más productos, los quesos son sin duda alguna, la “joya de la corona” por la que nuestra marca llega a vuestros hogares día a día. Para nosotros quien se lleva a casa un queso, es sin duda un tesoro, así que no se nos ocurre nada mejor, que ayudaros a conservarlo de la mejor forma posible, para consumirlo siempre en su punto.
Puede parecer obvio pero es bueno recordarlo, el queso se conserva mejor por entero que partido o en trozos, aunque igualmente se puede conseguir conservarlo en correcto estado durante tiempo, dependiendo del tipo de queso del que estemos hablando.

 

Nuestro queso fresco SANTI, está elaborado de forma artesanal, a la antigua usanza, se fabrica todos los días y se lleva ese mismo día o en menos de 24 horas al punto de reparto, conviene preservarlo en la nevera y siempre hacer caso de su fecha de caducidad. Es un queso que hay que consumir cuanto antes mejor, y la verdad, es que es tan rico, que desaparece en un santiamén. La temperatura ideal para conservar el queso fresco es de 4º, con lo que es conveniente dejarlo en la parte alta de la nevera.

El tema de la temperatura dentro del frigorífico puede parecer que no es importante, pero sí lo es. Temperaturas muy frías pueden conseguir que el queso se quede seco e incluso se agriete. Lo ideal para quesos de pasta dura, como pueden ser los manchegos es mantenerlos en 8 y 12 ºC, frente a los frescos o más cremosos, como el queso de cantabria que necesitan una menor temperatura, desde los 4º recomendados para el fresco a los -8º como puede ser el caso de ciertos quesos azules.

Hoy en día la tecnología nos ayuda mucho y hay en el mercado neveras con departamentos especiales para mantener ciertos productos en una temperatura entre 6 y 10º, ideales para el queso de pasta dura como decíamos. Pero si no tienes uno de estos modernos frigoríficos no desesperes, también puedes guardar el queso en el cajón de las verduras envuelto en aluminio para evitar que con temperaturas extremadamente bajas, como decíamos anteriormente se sequen e incluso rajen.

¿Cuánto tiempo podemos conservar un queso en perfecto estado para su consumo?

Como en todo, depende del tipo de queso y de nuestras posibilidades, como hemos visto antes. Como normas generales podríamos decir que los quesos frescos o blandos, que poseen mayor cantidad de agua, son más propensos a estropearse que los curados, por lo que se deben consumir cuanto antes mejor. En el caso de los quesos semicurados si se conservan en frigorífico de forma adecuada pueden llegar a los 15-20 días, como fecha propicia para consumirlos. Los quesos de cabra o de oveja, en función del punto de dureza de su corteza pueden durar más de un mes o dos. Serán más longevos los que mayor grado de curación tengan, puesto que cuanto menos agua y mayor grasa, su duración será mayor. En el caso de los quesos curados, escribimos un post hace unas semanas que podéis visitar ahora, para tener más conocimientos sobre este tema: ¿cómo conservar el queso curado en casa?

Recordad que siempre es mejor sacar el queso del frigorífico un rato antes a su consumo para poder apreciar más sus propiedades.

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